Escuchar es una de las habilidades vitales y de liderazgo más importantes que hay que dominar.

Pero es más difícil de lo que cree: normalmente retenemos menos del 25% de lo que dice la gente.

Es un gran problema para cualquiera que tenga subordinados directos.

Si no sabe escuchar, no sabrá cómo implicar a su gente porque sus motivaciones serán un misterio. Le costará mejorar su rendimiento porque no entenderá sus retos. Y no podrá desarrollar su competencia y compromiso, dos piedras angulares de SLII® que contribuyen al éxito en el lugar de trabajo.

Un buen liderazgo empieza por saber escuchar. Aquí tienes cuatro habilidades que puedes utilizar inmediatamente y que te convertirán en un mejor oyente.

Cómo retener a los mejores

1. Presta toda tu atención

Todos tenemos historias de alguien que no nos presta toda su atención. Ésta es la mía (Doug): Una vez tuve un jefe que atendía llamadas telefónicas y consultaba el correo electrónico durante nuestras reuniones individuales. ¿Qué mensaje enviaba eso? La otra persona era más importante que yo. Si lo haces con frecuencia, acabarás erosionando la lealtad y la moral.

Alguna vez he hecho varias cosas a la vez mientras hablaba con alguien y después me he arrepentido. Sabía que había sido irrespetuoso y poco amable con la otra persona. Me alegra decir que estoy eliminando ese hábito de mi vida.

Prestar atención a alguien es muy sencillo. Cierra la puerta de tu despacho. Pon tu ordenador a dormir. Apaga el móvil. Acaba con cualquier otra distracción. Y escucha atentamente.

2. No interrumpas

Algunas tendencias a interrumpir se derivan de diferencias culturales y antecedentes familiares, dice Sherri Gordon en un artículo para VeryWell Mind. Pero otras se derivan de necesidades y comportamientos individuales como éstos:

Necesidad de control. Algunas personas que interrumpen son impacientes, se fijan objetivos y les gusta ir directamente al grano. Y su forma de conseguirlo es interrumpir y usurpar el control de la conversación.

Exceso de excitación. Algunas personas interrumpen porque están tan entusiasmadas con lo que estás diciendo que no pueden esperar a que termines para aportar sus pensamientos y sentimientos.

Falta de conciencia. Del mismo modo, muchas personas que interrumpen de forma crónica no tienen ni idea de que lo están haciendo. Para ellos, interrumpir a otras personas es lo que hace que la conversación sea interesante y dinámica.

Diferencias de género. Curiosamente, los hombres interrumpen más a las mujeres que ellas a los hombres. Por ejemplo, un estudio de la Universidad George Washington reveló que los hombres interrumpían a las mujeres un 33% más que a otros hombres.

Esto puede parecer obvio, pero si quieres que tu gente se sienta escuchada, no la interrumpas.

3. Hacer preguntas abiertas

A veces querrás que alguien aclare lo que ha dicho. Ese es el momento de hacer preguntas abiertas, preguntas que no pueden responderse con un sí o un no.

He aquí algunos ejemplos de preguntas abiertas que puedes utilizar:

  • «¿Cómo cree que se puede mejorar la situación?».
  • «¿Qué piensa al respecto?
  • «¿Cómo se siente al respecto?
  • «¿Qué haría para mejorar XYZ?».

Para preguntas sobre competencia y compromiso, puedes preguntar:

  • «¿Cómo de seguro te sientes en esta tarea?».
  • «¿Qué recursos podrían ayudarte a abordar el proyecto?».
  • «¿Cómo puedo ayudarte a tener más éxito?
  • «¿Qué necesitas para comprometerte más con la tarea?».

Probablemente te habrás dado cuenta de que estas preguntas empiezan con «Qué» o «Cómo». Invitan al oyente a responder con más detalle. También demuestran que te interesan sus opiniones.

Fíjate también en la ausencia de preguntas que empiecen por «Por qué». Por ejemplo: «¿Por qué has hecho eso?». Estas preguntas pueden poner a alguien a la defensiva, así que utilízalas con prudencia.

4. Sea empático

La empatía es una forma poderosa de hacer saber a la gente que se les escucha. Una buena práctica consiste en reflejar lo que ha dicho la persona y ofrecerle apoyo. Por ejemplo, puedes decir algo como: «Entiendo que debe ser difícil hacer malabarismos con tantos proyectos. ¿Qué puedo hacer para ayudar?». Esto demuestra al interlocutor que estabas escuchando atentamente, lo cual es una expresión de empatía.

Ponerse en el lugar del otro es otra forma eficaz de mostrar empatía. Para ello, haz preguntas reflexivas y muestra curiosidad. Intenta comprender y sentir sus dificultades, sin olvidar que están haciendo lo mejor que pueden dadas las circunstancias.

Un beneficio inesperado de la empatía es que es contagiosa. Esto ocurre con todas las emociones. Demuestra que estás estresado y se lo contagiarás a los demás. Sé empático y es más probable que tu interlocutor actúe de la misma manera.

La empatía es también una de las cualidades que más valora la gente en sus líderes. No es de extrañar, dado que estamos saliendo de la pandemia y nos encontramos en una época de grandes cambios. Sé empático y serás mejor líder.

Dar a las personas el apoyo y la orientación que necesitan

Utilice estas cuatro habilidades de comunicación para determinar los niveles de competencia y compromiso de una persona en una tarea. Una vez que comprenda mejor estas cualidades, podrá dirigir situacionalmente y dar a la persona el apoyo y la dirección que necesita para tener éxito.

Por Doug Glener y David Witt

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